se desataron mis ángeles caídos
y me susurraron al oído:
¡Estás perdida! ¡Estás perdida!
Pero no sentí miedo
porque aún,
estando en la "Luz"
me sentía perdida.
¿Cuál es la diferencia
de entonces hasta ahora?
¡Estás perdida¡ !Estás perdida!
Si. Estoy perdida.
¿Y quién no lo está?
Es que reconocerlo...
¿No era acaso, el comienzo
del camino?
Y es que, cuando comienzas
a caminar de regreso a ti misma;
ya no importan las brumas o
las voces que te gritan:
¡Estás perdida¡ !Estás perdida¡
Ese es el punto en que te das cuenta
que no puedes perderte más.
Sólo te queda, desde ese punto
volver sobre tus pasos y hallar
el camino que te hizo vivir la Paz.
Ese camino que te hizo amarte
después de conocerte.
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