Te enterré en las horas del pasado
como al resto de mis dolores.
Te enterré cuando te miré
y no ví al amor de mis amores.
Te enterré donde sepulto
mis temores superados.
Allí donde guardo
los cariños olvidados.
En el campo santo
de los odios y rencores
que mi corazón albergaba.
Sí. Te enterré,
con mucho dolor
para poder salir al fin,
de las orillas de tu olvido.
Para poder volver al fin,
No hay comentarios:
Publicar un comentario