Querida tía Irma se que fuiste la gran
gestora de que el Pato pudiera estar con nosotros todo este tiempo. Te
desvelaste he hiciste hasta lo imposible para que él pudiera vivir mejor y por
más tiempo. Lo cuidaste y diste todo y mucho más. Imagino que el dolor que estás
sintiendo es muy profundo porque no es natural que un hijo se vaya antes que su
madre, pero aún en eso hay un poco de sabiduría en este caso porque ahora que él
descansa plácido; tú también tendrás tranquilidad. A nosotros que hemos perdido
algún ser querido, sabemos que el dolor jamás nos deja, pero aprendemos a vivir
con él. Te quiero mucho tía, y mucha fuerza en este tiempo. Un beso y un fuerte
abrazo.....
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